Pueblos ibéricos (III): los Celtas o Keltoi
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Fue el historiador griego Hecateo de Mileto (550 a.C – 476 a.C) quien escribió por primera vez sobre un pueblo en la zona actual de Renania y de origen indoeuropeo al que llamó keltoi. Este nombre, según algunos autores, se lo impusieron los propios celtas y no tiene un significado preciso, aunque sí que se reconoce la raíz indoeuropea kel, por lo que algunas teorías ubican el origen de este pueblo en el Caucásico, o incluso en Irán y la India, siguiendo la historia del propio origen de los indoeuropeos.
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Origen lingüístico del término keltoi
Por otro lado, este término, keltoi, algunos lo han asociado a la palabra íbero-euskera kheldar, que significa «hollín». De esta relación lingüística se ha inferido que todos aquellos pueblos del centro y norte de Europa que solían llevar la cara pintada de negro fueron denominados celtas o keltoi por los griegos. Además, otro historiador de la antigua Grecia, Herodoto (484 a.C. – 425 a.C), también habló de ellos; de aquellos pueblos más allá del Danubio que hablaban lenguas celtas y, esta vez, con un origen desconocido o pueblo hiperbóreo -más allá de la Aurora Boreal- como también los llamaron.
Diversidad del pueblo celta
Con todo, la definición griega keltoi no significa que el pueblo celta estuviera unificado en un solo reino, todo lo contrario. Lo que conocemos como cultura o pueblo celta, según Jesús Dávila Granados (La Mitología Celta, 2013), comprende a una serie de pueblos con otro posible origen en los Alpes suizos, datado, más o menos, en el 1.500 a.C., y dedicados a la extracción de sal para luego su comercialización. Estos pueblos compartían una serie de rasgos, sobre todo lingüsticos, con los que iniciaron la llamada cultura Hallstatt, dentro de la Edad de Bronce.
Entre otras, se consideraron poblaciones celtas a:
- Los Bretones, al noroeste de Francia.
- Los Celtíberos en la Península Ibérica.
- Los Galos, en Francia.
- Los Galatas en la actual Turquía.
- O los Irlandeses, en el Eire.
Dispersión de los pueblos celtas en la Península Ibérica
En este sentido, si seguimos esta teoría, podemos entender que fue a partir de esa época y desde aquel lugar, donde los pueblos con lengua y cultura celta se dispersaron, principalmente, hacia el norte y oeste hasta llegar a la Península Ibérica alrededor del 900 a.C., lo cual supone un cambio importante para los historiadores y arqueólogos a la hora de segmentar a los pueblos ibéricos que, un poco antes, con los fenicios y ya definitivamente con los celtas, entraron en la Edad de Hierro.
Los griegos, de nuevo, y posteriormente los romanos, en el caso de la Península Ibérica, crearon una separación nominal entre el conjunto de los pueblos indígenas, a los que los griegos llamaban «íberos», y los pueblos foráneos que entraron por el norte, llamados «celtas». Esta división general entre un pueblo y otro está en constante estudio pero aún sobrevive como teoría general. No obstante, ni los celtas mostraron en la Península Ibérica homogeneidad como pueblo ni tampoco los íberos.
En cualquier caso, las primeras oleadas de celtas -o cultura celta- parecen ser de principios del milenio I a.C., las cuales se fueron dispersando en la zona del Pirineo aragonés y el Sistema Ibérico, ejerciendo una influencia notable sobre el pueblo de los íberos, lo que con el tiempo, según la teoría más aceptada, conformó al pueblo celtíbero: un crisol de tribus nativas con influencia celta que sobrevivirá hasta la llegada de los romanos.
Qué aportaron
Culturas como la de los Campos de Urnas, rito funerario que se practicó en las zonas europeas con cultura celta, dan una idea de la influencia de los keltoi en la evolución cultural de algunos pueblos en la Península Ibérica. Los cántabros, por ejemplo, emergieron a partir del siglo VIII a.C. y ya contaban con esta práctica funeraria en la que se incineraba al cadáver, tras lo cual se depositaban sus cenizas en urnas de cerámica.
La influencia de los pueblos celtas en varias áreas de la Península Ibérica llevaría también a los Vetones -y sus verracos -, pueblo que dominó desde la actual provincia de Toledo hasta Salamanca, a generar la llamada cultura de los Cogotas II. Los celtas también influyeron -o se han hallado restos arqueológicos- en los lusitanos, aunque la influencia más importante de los keltoi en la península se produce en el norte, desde los Pirineos hasta Finisterre a lo largo de la vertiente cantábrica.

Fuente: Wikipedia
Desde el punto de vista religioso, parece ser que los Druidas, símbolo del paganismo, eran los líderes espirituales de los keltoi. Como sacerdotes, ocupaban una posición muy importante en las tribus celtas. Ningún jefe tribal pasaba por alto los consejos de un druida (La Mitología Celta, Jesús Ávila Granados). Éstos, además, se ocupaban también de promover el conocimiento y la cultura en el pueblo. Solían hacerlo a través de escuelas que se construían en la tribu, casi siempre alrededor de un dolmen. La asistencia a las clases era obligatoria y se formaba tanto a niños como a niñas. Por lo tanto, podemos considerar a los celtas como los primeros promotores serios de la educación en la península.
Este aspecto contradice a los que piensan -romanos y griegos incluidos- que los celtas eran pueblos que sólo guerreaban. Muy al contrario, tenían un desarrollo cultural importante y algunos de aquellos pueblos tenían un respecto por la mujer superior al de otras culturas antiguas. En términos históricos, podemos considerar a este grupo poblacional como la primera gran cultura europea.
Aunque, en cuanto al lenguaje, los keltoi han dejado su poso en idiomas como el gaélico, irlandés, escocés y galés, entre otras lenguas, se echa de menos en esta cultura el rastro escrito. Parece ser que la mayoría de los pueblos celtas pensaban que la escritura le restaba dignidad a la palabra y todo el conocimiento se difundía oralmente de generación en generación.
Conclusión
Pese a todos los estudios realizados, aun queda mucho por investigar y muchas de las posibles certezas de hoy sobre la llegada e influencia de los celtas a la Península Ibérica, pueden cambiar en el futuro. También, en esos futuros estudios, podremos precisar quién influyó a quién: si los pueblos nativos íberos sobre los foráneos keltoi o al contrario.