viernes, diciembre 8, 2023
Historia

Pueblos foráneos en España (IV): los griegos en la Península Ibérica

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Revisado 10/11/2018.


El hecho de que los griegos hayan tenido un papel tan importante en la historia de Occidente se debe a que han sido grandes recolectores de conocimiento e iniciadores novedosos en el campo de la ciencia, las artes y la tecnología.

De los fenicios obtuvieron el alfabeto consonántico que adaptaron al suyo propio; de los egipcios, su arquitectura, tecnología y la estructura de su panteón divino, y de los babilonios y persas, los griegos de la costa de Asia Menor se empaparon de su astrología e incluso de algo de su filosofía con influencias orientales. En resumen, los griegos, especialmente a partir de la Era Arcaica -siglo VIII .C.-, tuvieron la capacidad de recoger saberes y conocimientos de otras regiones, categorizarlos y darles un fuerte impulso a través de un pensamiento lógico y científico, aspecto que constituye el gran aporte griego a la humanidad.

Colonización griega: expansión por el Mediterráneo

Colonización griega

Al igual que los Fenicios, en su primera expansión por el Mediterráneo, ya entrada la época arcaica y principalmente desde la polis de Atenas, establecieron una serie colonias al oeste de la Helade con el fin de abrir rutas comerciales y conseguir recursos, especialmente metales. Esta necesidad venía provocada por la falta de los mismos en la Magna Grecia a causa de la sobre-explotación por el consumo ciudadano y la guerra. Las distintas poleis griegas, con Atenas y Esparta a la cabeza, no buscaron más allá de su área de influencia -sur de Italia, Asia Menor y Mar Egeo- dominar grandes porciones de terreno sino hallar recursos para soportar el aumento de población de sus ciudades y la mejora de sus ejércitos.

Asentamiento de los griegos en la Península Ibérica

La llegada de los griegos a Iberia, como así denominaron a la Península Ibérica, se produjo unos siglos más tarde de la llegada de los Fenicios y tras haber fundado la colonia de Massalia (actual Marsella) al sur de Francia alrededor del 600 a.C. Esa primera colonia en la Península Ibérica fue Emporion, en la costa de Gerona, y actual Ampurias. Se cree que la fundación de este puesto comercial se produjo en el 575 a.C. y, desde ahí, se fueron creando nuevas colonias en dirección sur, como son Denia y Alicante, comprobadas arqueológicamente.

Además, si nos fiamos de los historiadores griegos, también los helenos llegaron a Tartesos y comerciaron con el mítico rey Argantonio en la primera mitad del siglo VI a.C. Aunque de estos datos no se tienen pruebas arqueológicas.

Es seguro que ya en el tiempo del historiador griego -siglo V a.C.- se habían producido los primeros asentamientos permanentes de griegos en el levante ibérico. A diferencia de los Fenicios, además del interés comercial, los griegos fueron más allá y construyeron pequeñas poleis a imagen y semejanza de la Magna Grecia.

Qué aportaron a la Península Ibérica

El jardín de las Hespérides
El jardín de las Hespérides

¿Y qué dejaron los griegos en Iberia? Primeramente le dieron algunos nombres. El primero de ellos se cree que pudo ser Hespería, ya que para los griegos del siglo IX a.C. el Jardín de las Hespérides (ninfas hijas de dioses griegos) se encontraba en Tartesos, aunque otros griegos posteriores ubicaron el jardín en el Atlas marroquí. En cualquier caso, en aquel lugar, conocido ya en tiempos de Homero, Heracles (Hércules) tuvo que robar manzanas del jardín cuidado por esas Hespérides o ninfas.

Iberia fue también otro nombre que pudiera haber evolucionado a partir del río Iber -nada que ver con el Río Ebro- y también ubicado en la zona de influencia tartesa. Esta cuestión aún está abierta a nuevas investigaciones.

Más adelante, ya en la Época clásica griega, Herodoto, en sus Historias, recogió la toponimia Iberia para referirse a la totalidad de la Península Ibérica, y de paso, la situó definitivamente en la historia.

Además del topónimo, los griegos también lograron influenciar en los nativos y hacerlos evolucionar aún más en el tipo de organización social. También desde el punto de vista de la arquitectura, a juzgar por yacimientos como el de Ampurias y otros centros urbanos del levante español (Denia y Alicante), en el siglo V y IV a.C. ya se encuentra la influencia griega en la construcción de edificaciones, sobre todo en torres, murallas y palacios. Aún más, en el caso de la famosa Dama de Elche -ciudad que los griegos pudieron llamar Helike-, algunos han encontrado similitudes con el arte jonio arcaico.

Aunque tanto el vino y el aceite ya se habían introducido en la Península Ibérica por los fenicios, los griegos fueron más allá exportando una forma de cocina basada en cuatro ingredientes: los mencionados vino y aceite de oliva, además del trigo y el ajo. Curiosamente esos alimentos constituyen los pilares de la cocina catalana de hoy, la cual tiene su máximo exponente en la gastronomía del Empordá, la antigua Ampurias griega.

Pero sin duda, el aporte más novedoso e interesante fue la llegada de las artes del espíritu, como son el teatro, la poesía y la incipiente filosofía, corriente cultural que ya con los romanos se expandirá prácticamente por toda la península a través de la civilización greco-latina.

Libros sobre los griegos en la Península Ibérica

Opiniones

Jesús Sordo Medina

Programador informático, redactor y director de homohominisacrares.net