Vapear o fumar: ¿qué es más saludable?
Muchos responderán que: “por supuesto, vapear”. Y es cierto, pero también es importante saber que, si no se utilizan de forma correcta y razonable, los llamados cigarrillos electrónicos que puedes adquirir aquí también pueden afectar a tu salud.
Hacemos un repaso al fenómeno del vapeo.
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Qué es el vapeo
Aunque van ya por las cuatro generaciones de cigarrillos electrónicos, todos los modelos tienen varias características en común: se asemejan a los cigarrillos o puros en forma, funcionan de forma electrónica y poseen un líquido que se puede mezclar con innumerables productos –incluida la nicotina-, que se vaporiza y se inhala. Esa inhalación produce una sensación similar a la de fumar aunque con menos intensidad.
Por qué el vapeo es tan consumido
Dentro del mundo de los cigarrillos normales también hay tipos y formas de fabricarlos para dañar un poco menos la salud. No obstante, todos ellos son altamente dañinos. Por ejemplo, los cigarrillos de boquilla y manufacturados –aunque sean light– posen miles de componentes químicos, no sólo nicotina y alquitrán. En el caso de los puros o el papel de liar, siendo más naturales, afectan mucho más a la garganta en caso de tragarse el humo. Incluso los mentolados o los naturales, al poseer tabaco, tampoco pueden evitar producir serios daños en el aparato respiratorio si el consumo es continuado.
Debido a que la industria tabacalera no ha logrado satisfacer el placer de fumar con el cuidado de la salud, nacieron los e-cigs o cigarrillos electrónicos. Aunque es cierto que los líquidos que se pueden utilizar para crear el aerosol que se inhala incluyen la nicotina, se evita aspirar unos cuantos agentes químicos que sí poseen los cigarrillos normales. Pero lo más importante –y por lo que muchas personas se han pasado al cigarrillo electrónico– es que se pueden añadir otro tipo de productos que no incluyan nicotina como: líquidos frutales, con sabor a postres, a menta, a bebidas y todo tipo de esencias según el gusto del consumidor.
Otra de las razones por las que muchos fumadores se han pasado al cigarrillo electrónico tiene un carácter terapéutico: dejar de fumar o, si se fuma, reducir la ingesta de alquitrán, nicotina y demás agentes nocivos.
Ahora bien, incluso si se utilizan líquidos sin nicotina, como cualquier producto, los cigarrillos electrónicos pueden ser adictivos y, aunque en menor medida que el tabaco común, también perjudican al sistema respiratorio o, como recientes estudios afirman, puede dañar las encías y hasta provocar caries.
Cómo vapear dañando al mínimo la salud
A partir de lo dicho, si no se puede evitar el hábito de fumar pero se utilizan los cigarrillos electrónicos, algunos consejos para que el consumo sea lo menos nocivo:
- Cuidar la higiene dental. Los enjuagues bucales después de vapear son muy recomendables.
- Si se está en el proceso de dejar de fumar tabaco, es difícil no vapear con algo de nicotina. Sin embargo, la idea es dejarla progresivamente para vapear con productos más sanos.
- En relación a los líquidos a consumir, elegir los más naturales y con menos productos químicos.
- Práctica la moderación y fuma lo menos posible para dejar a los pulmones recuperarse.
- Dado que los cigarrillos electrónicos admiten innumerables líquidos y sabores, como ocurre con las pipas de fumar, en lugar de inhalar el humo, es más sano saborearlo en la boca. De nuevo, recomendar una buena higiene bucal para evitar que los restos del aerosol se queden impregnados en dientes, lengua, etc.
Conclusión
No hace falta ser científico para saber que los pulmones están diseñados sólo para respirar aire puro. Todo lo demás es dañino, aunque es cierto que hay niveles de perjuicio a la salud. Y el vapeo, de forma moderada, reduce algo esos efectos.