Breve historia de los laboratorios y tipos al día de hoy
El hecho de que la mayoría de los sectores productivos cuenten con estas estancias para la investigación, desarrollo e innovación ha provocado que la venta de material de laboratorio se haya disparado, convirtiéndose al día de hoy en toda una actividad económica que traspasa fronteras. Sin embargo, los laboratorios no han sido siempre tan productivos. Por el contrario, durante muchos siglos fueron lugares misteriosos donde unos locos realizaban todo tipo de experimentos incomprensibles para sus contemporáneos.
Dado el interés del tema, vamos a hacer un pequeño repaso a la historia de los laboratorios y a los distintos tipos que se han ido desarrollando hasta el día de hoy.
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Los alquimistas y el preludio a los laboratorios modernos
Ya veremos más abajo que los primeros laboratorios se orientaron a la investigación química. Y en esa rama se desarrollaron también los alquimistas. Estos, más allá de los mitos y la mística que les rodea en cuanto a la búsqueda de la piedra filosofal, no dejaron de ser químicos ya que su trabajo principal era analizar la materia y sus transformaciones.
Así, ya en la antigua Grecia contamos con alquimistas como Zósimo de Panópolis, quien vivió entre los siglos III y IV de nuestra era y que se cree fue el primer sabio occidental en trasladar a libros sus investigaciones. Por esa misma época, en China, también destacó Ge Hong. Pero fue ya en el siglo IX cuando el musulmán Ŷabir ibn Hayyan (conocido en Occidente como Geber) creó el primer laboratorio científico e hizo de puente entre la vieja alquimia y la protoquímica.
Primero laboratorio para enseñar
Aunque la alquimia no ha desaparecido y todavía quedan místicos aquí y allá, tras el Renacimiento e inicio de la Edad Moderna, aparece el primer laboratorio químico. Su creador fue Johannes Hartmann, quien también inauguró una cátedra de esta ciencia en la Universidad de Mamburgo en el año 1609.
En el caso del laboratorio de Hartmann, no hablamos de uno de investigación sino para la docencia donde, a través de diversos experimentos y con unos equipos rudimentarios (si los comparamos con los de hoy), se formaron los primeros químicos de Occidente.
Laboratorios privados multidisciplinares
De nuevo, al igual que los alquimistas pero ya en la Edad Moderna, fueron muchos los que construyeron sus propios laboratorios privados. Uno de los más precoces fue Galileo Galilei, que contaba con uno en el sótano de su casa y al que empezó a sacarle provecho cuando sólo contaba con 17 años al realizar su famoso experimento sobre las oscilaciones. En ese rústico laboratorio multidisciplinar comenzó a desarrollar, experimento tras experimento, su método científico.
Con el paso de los dos siguientes siglos, lo de sufragarse de forma individual un laboratorio se convirtió en casi la única alternativa a los laboratorios de las universidades. Así lo hicieron el químico francés Lavoisier, Isaac Newton o, ya en el siglo XIX, Thomas Edison, quien potenció todavía más el laboratorio multidisciplinar al desarrollar todo tipo de experimentos y creaciones como el fonógrafo, la lámpara incandescente o la cámara de cine.
El apoyo de empresas a la creación de laboratorios
El último gran avance en el desarrollo de los laboratorios se produjo cuando comenzaron a generar productos y descubrimientos muy rentables. Precisamente, ese fue el caso de las creaciones de Edison y también del hecho de que en el siglo XIX se empieza a desarrollar el Capitalismo moderno. Este, siempre en busca de inversiones, encontró en los laboratorios una fuente de beneficios muy importante.
Así las cosas, fueron las propias farmacias las que, en el siglo XIX, comenzaron a invertir en otros laboratorios o a crear los suyos propios. En Occidente, la lógica empresarial aplicada al sector de la investigación médica la aplicó por primera vez T.H. Smith Ltd, farmacia ubicada en Edimburgo y que empezó a comerciar con alcaloides.
Un poco más adelante, en el siglo XX, Paul Ehrlich trabajaba en su laboratorio privado para encontrar un remedio contra la sífilis, cura que encontró en 1910. Dado el potencial de este descubrimiento, Enrlich decidió buscar una empresa para su distribución, entidad que encontró en la empresa alemana Höchst AG. El medicamento se vendió en todo el mundo e inició todo un sector: el de las farmacéuticas donde han destacado en el último siglo grandes multinacionales como Bayer o Zeneca.
Tipos de laboratorios hoy en día
Gracias a la financiación privada y pública, prácticamente todas las industrias o sectores productivos utilizan laboratorios para desarrollar sus productos. Es lo que se llama I+D+I y ha provocado la aparición de distintos tipos de laboratorios. A continuación una pequeña lista.
Laboratorios científicos
Siguen la evolución de los primeros laboratorios y se dividen en:
- Laboratorios médicos o clínicos donde se realizan investigaciones sobre enfermedades, virus, etc.
- Laboratorios químicos, generalmente utilizados para el desarrollo de fármacos.
- Laboratorios biológicos. Donde también se pueden incluir los de análisis de terrenos y calidad de las aguas. Así como los laboratorios de incubadora o de análisis de cultivos biológicos.
- Laboratorios de física.
Laboratorios tecnológicos
- Metrología o laboratorio dedicado al ajuste de equipos.
- Laboratorios de producción. En ellos se prueban productos que van a ponerse a la venta en forma masiva, desde microchip a zapatillas deportivas.
- Laboratorios de I+D. Pueden ser para desarrollar nuevos microchips, sistemas de telecomunicaciones y otros productos tecnológicos.
Otros laboratorios
- Para el análisis de productos alimenticios que van a ser consumidos.
- Laboratorio de idiomas.
- Laboratorios docentes. Pueden estar dentro de las categorías anteriores pero su fin es el de servir de herramienta para la formación, por lo que los equipamientos que se utilizan son distintos a los laboratorios profesionales.
Hasta aquí un pequeño repaso a las estancias que han protagonizado los mayores avances de la historia y donde se han congregado grandes genios.