Cómo reducir los riesgos de inversión

Invertir no sólo implica poner vuestro dinero o propiedades en el complejo mundo financiero. También cabe la posibilidad de apostar por el sector inmobiliario, en el público o bienes como el oro. ¿Qué une a todas estas inversiones? el riesgo de perder. A partir de aquí, ¿cómo se puede reducir el riesgo de inversión? Entre las que os vamos a recomendar, la primera de todas es recurrir a la tecnología, en concreto a un gestor automatizado de inversiones del que os hablamos en primer lugar.

Usar aplicaciones para la gestión automatizada de la inversión

Este tipo de inversión no se podía realizar hace algunos años, no más de quince. Y la razón principal es que no existía todavía tecnología suficiente para hacerlo. Esto es Big Data, IA y grandes capacidades de conexión vía Internet y almacenamiento.

Como esta situación se ha solucionado con los llamados «robo-advisors«, el sector de la consultoría financiera lleva años mejorando las inversiones de sus clientes y, muy importante, reduciendo los riesgos. Entre otras funciones, un gestor automatizado de gestiones realiza las siguientes:

  • Evalúan el perfil del cliente. Esto implica tener en cuenta el capital disponible, tolerancia de riesgo y obtenidos de su inversión.
  • En base a ese perfil cren una cartera personalizada. Cuando decimos «cartera» nos referimos a: acciones, bienes raíces, bonos, crupto, etc.
  • Supervisan automáticamente las inversiones. Este aspecto es muy importante precisamente por la volatibilidad del mundo financiero.
  • Asesoramiento financiero en relación a impuestos y su cálculo en función de las ganancias, recomendaciones de ajustes, etc.

Además del asesoramiento, estas aplicaciones tienen la gran ventaja de que facilitan la inversión para aquellos que no tienen tiempo o experiencia para dedicarse al mundo de la inversión.

Diversificar la cartera de inversiones

Más allá de la tecnología, otro aspecto a tener muy en cuenta para evitar el riesgo en la inversión es la estrategia. Esto significa apostar por varios tipos de activos, sectores e, incluso, mercados a nivel geográfico.

La idea es evitar, en el peor de los casos, un colapso de la inversión al tener la misma en distintos activos.

Establecer un plan de inversión a largo plazo

En este sentido hay que volver a las aplicaciones que “racionalizan” la inversión. Esto significa apostar a largo plazo; que no tiene el riesgo financiero del cortoplacismo y que, además, requiere de grandes conocimientos.

La idea es ir construyendo poco a poco una sólida cartera de inversiones para crecer económicamente de forma segura.

Mantener la calma durante los períodos de inestabilidad

Tanto en inversiones a largo, medio y corto plazo, no precipitarse es esencial para no caer en errores.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que toda inversión siempre está expuesta a la volatibilidad del mercado, incluso la inversión pública. Ahora bien, esa volatibilidad se puede reducir tomando decisiones racionales en detrimento de acciones más impulsivas.

Racionalidad es igual a reducir el riesgo y pulsión a aumentarlo. Tan sencillo como lo dicho. Y en caso de no tener conocimientos suficientes para conseguirlo, como os aconsejamos al principio, sopesar la idea de recurrir a aplicaciones bien programadas de gestión automatizada es una de las mejores cosas que hacer para minimizar los riesgos en la inversión.

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