Corrientes dentro del feminismo

El feminismo se ha convertido en la última de las grandes revoluciones políticas, especialmente en las últimas décadas. Y como todo ismo posee sus corrientes.

También como en el seno del socialismo, del cristianismo, judaísmo, liberalismo, hinduismo o islam, las distintas corrientes del feminismo no acaban de entenderse.

Sin entrar a juzgar (por nuestra parte) una posición u otra, por el contrario, optamos por un tono informativo y dejamos unas introducciones de las principales corrientes dentro del feminismo al día de hoy.

Feminismo científico o feminismo basado en datos

El feminismo científico busca promover la igualdad de género, pero no por la vía de análisis político, sino basándose en criterios estrictamente científicos. Es decir, llegando a conclusiones a través de una comprensión rigurosa y basada en datos de los problemas relacionados con la igualdad de género. O lo que es lo mismo: un método de investigación.

En los dos siguientes vídeos podemos ver conversar en dos entrevistas y debates a la periodista, filósofa y Doctora en Ciencias Sociales argentina Roxana Kreimer, una de las principales exponentes del feminismo científico en el mundo hispanohablante:

Segunda entrevista, donde se aborda el tema en un plano más antropológico:

Feminismo hegemónico o corporativo

El término «feminismo hegemónico» se utiliza para describir una forma de feminismo que suele centrarse en las experiencias y perspectivas de las mujeres blancas, de clase media, occidentales y mayormente urbanitas, a menudo ignorando o minimizando las experiencias de otras mujeres y grupos marginados. Esta posición ha recibido muchas críticas de otras corrientes del femimismo por no prestar atención a los derechos de las mujeres de otras razas, clase social, latitudes o luchar también por los derechos de las mujeres «trans» o lesbianas.

Siguiendo con la definición del concepto de «feminismo hegemónico», también se suele unir al concepto de «corporativo», un enfoque del feminismo que los críticos de esta corriente afirman utiliza empresas y organizaciones para presentarse como defensoras de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, pero que en realidad utilizan el feminismo como una herramienta de marketing o relaciones públicas para mejorar su imagen o aumentar sus beneficios.

Por otro lado, dada la relevancia que ha tomado el partido político español PODEMOS en la defensa del feminismo hegemónico, y aunque es cierto que utiliza todos los recursos disponibles (públicos y privados) para defender su causa, también es importante destacar que integra en su posición feminista a sectores de la población excluidos como el colectivo LGTBI y demás citados en el primer párrafo.

Feminismo de la libertad

Christina Hoff Sommers, autora y profesora estadounidense, es conocida por ser una crítica del feminismo moderno y por su defensa de lo que ella llama «feminismo de la libertad».

Para Sommers, el feminismo de la libertad se enfoca en la igualdad de oportunidades para las mujeres en la sociedad y en el lugar de trabajo, así como en la defensa de los derechos individuales de las mujeres. Esta perspectiva busca eliminar las barreras que impiden a las mujeres lograr sus objetivos y alcanzar su máximo potencial, sin comprometer su libertad individual o su capacidad para tomar decisiones.

Sommers sostiene que el feminismo moderno, en cambio, se ha alejado de estos objetivos y se ha centrado en la promoción de una ideología de victimización femenina y de un enfoque en las desigualdades de resultados en lugar de las desigualdades de oportunidades. Ella cree que este enfoque ha llevado a políticas y prácticas que discriminan a los hombres y limitan la libertad individual de las mujeres.

En relación a las posiciones de Christina Hoff Sommers, en el siguiente vídeo podéis escuchar una ponencia de Marina de la Torre, quien contrapone estas dos corrientes, en favor del Feminismo de la Libertad:

Teoría Queer: ¿es un feminismo?

La teoría queer es un enfoque teórico y político que se desarrolló en los años 80 y 90 del siglo pasado. La teoría queer cuestiona la noción de identidad sexual y de género, así como las normas sociales que definen la sexualidad y el género.

En lugar de ver la identidad sexual y de género como algo fijo y determinado biológicamente, la teoría queer sostiene que estas categorías son socialmente construidas y pueden ser desafiadas y reformuladas. En otras palabras, la teoría queer rechaza la idea de que hay dos géneros fijos y opuestos (masculino/femenino) y plantea que la sexualidad y el género son mucho más fluidos y diversos de lo que tradicionalmente se ha aceptado.

La teoría queer también se ocupa de la relación entre poder y sexualidad, y cómo las normas sociales relacionadas con la sexualidad y el género pueden ser utilizadas para ejercer control y opresión. La teoría queer se enfoca en la liberación sexual y en la eliminación de todas las formas de discriminación basadas en la orientación sexual y la identidad de género.

En relación a la Teoría Queer liredada por «la papisa» Judith Butler (no hay que olvidar la dialéctica  con Nancy Fraser), y en el caso de España, tuvo detractores de importantes e históricas feministas como Lidia Falcón promotora del feminismo de izquierdas marxista:

El feminismo de clase o del socialismo democrático

En los últimos años, una de las grandes representantes del feminismo socialista o de clase es la filósofa, politóloga y activista Nancy Fraser.

Una de sus contribuciones notables a la teoría feminista es su concepto de «interseccionalidad«, que se refiere a la interconexión de diversas formas de opresión social, como el racismo, el sexismo, la homofobia y la capacitismo. Según Fraser, la interseccionalidad reconoce que las identidades sociales son múltiples y mutuamente constitutivas, y que se intersectan de manera compleja y a menudo sutil para producir diversas formas de opresión.

Fraser también ha desarrollado una teoría crítica de la justicia que busca abordar las injusticias que surgen de la interacción del capitalismo, el patriarcado y el racismo. Argumenta que los enfoques tradicionales de la justicia, que se centran en la distribución de recursos, son insuficientes porque no abordan las desigualdades estructurales subyacentes que perpetúan las injusticias sociales. En su lugar, propone una «política del reconocimiento» que busca dar igual reconocimiento a diferentes grupos sociales y sus luchas por la justicia.

Además de sus contribuciones a la teoría feminista, Fraser también ha sido una voz influyente en los debates sobre el neoliberalismo, la globalización y el Estado de bienestar. Ha criticado el neoliberalismo por su énfasis en el individualismo y la competencia de mercado, que, según ella, socava la solidaridad social y exacerba la desigualdad. En su lugar, aboga por un modelo de democracia social que enfatice la importancia de la provisión social, la redistribución económica y la participación democrática.

¿Existe el feminazismo?

La idea de un «feminazismo» es un término peyorativo utilizado por algunas personas para denigrar a un sector del feminismo. Sin embargo, este término es ampliamente rechazado y considerado inapropiado y ofensivo por muchos activistas feministas.

Es importante destacar que el feminismo es un movimiento diverso y hay diferentes corrientes y enfoques dentro de él. Es posible que algunas personas que se identifiquen como feministas tengan posiciones extremas o radicales, pero eso no significa que el feminismo en su conjunto sea «feminazi» o que las perspectivas extremistas sean representativas del feminismo en su conjunto.

Opiniones

Jesús Sordo Medina

Programador informático, redactor y director de homohominisacrares.net