España y la vía de la exportación
La situación económica de España ha pasado por varias etapas en las últimas décadas. A la primacía del turismo y el sector inmobiliario de los noventa y primeros años de la década pasada, un nuevo sector está sustituyendo de forma paulatina, sobre todo, a la compra-venta de vivienda. Y es la actividad de la exportación de productos y servicios.
¿Y a qué se debe que España encuentre en la exportación un nuevo elemento económico productivo? Sencillo, el 98% de la capacidad de compra se encuentra repartido por el resto del globo; un 76% fuera de la Comunidad Europea. Por lo tanto, la actividad del comercio internacional es una prioridad, no sólo para España, sino para el resto de países.
A nivel general, podemos decir que los grandes destinos de las exportaciones son los países emergentes, los cuales, dada su gran población, están regulando sus regímenes jurídicos para ofrecer seguridad al inversor extranjero; caso de países como Brasil, China o Sudáfrica. Estas nuevas realidades en el comercio exterior han establecido nuevas relaciones comerciales entre países como España y otras regiones del mundo donde se requieren sus productos o servicios. Un ejemplo de esto es la contratación por parte de Arabia Saudí de la tecnología de alta velocidad (AVE). O de la implementación de servicios relacionados con la telefonía en Sudamérica por parte de empresas españolas. Sin duda, gracias a la entrada de nuevos países en el comercio exterior, las oportunidades de desarrollo económico de países como España es mayor.
De forma concreta, el aumento de estas exportaciones, tanto en la venta de servicios como de bienes y productos, ha sido positivo en el primer semestre del año 2013, periodo en el que volumen del comercio internacional ha aumentado en un 7%, si lo comparamos con los primeros seis meses del año 2012. ¿A qué se ha debido esto? El sector empresarial de cualquier país, una vez agotado un nicho de mercado o un sector económico, como ha ocurrido con el sector inmobiliario español, rápidamente busca otra forma de actividad económica y, en este caso, ha sido el de las exportaciones. De hecho, siempre entre enero y julio de 2013, el número de empresas dedicadas a la exportación era de 92.877, casi un 10% superior a la cantidad de 2012
En cuanto a los sectores más productivos, estos siguen siendo: los alimentos, los cuales registraron un 15,1% del volumen total de exportaciones en el primer semestre del año; los bienes de equipo, con un 21% e, incluso, la venta de vehículos con un 14,5%.
Las regiones a las que más productos y servicios se exportaron durante este año 2013 han sido Sudamérica, con un gran aumento en Brasil; áfrica, donde el mayor avance se ha producido en Sudáfrica, con el mayor PIB del continente; Oriente Medio y China.
No obstante, un aspecto pendiente es reducir los costes de producción en origen, en decir en España, para que las empresas puedan aumentar sus márgenes en la venta, ya que el éxito exportador español tiene algo que ver también con los bajos precios que se ofrecen. También, como ocurre dentro de España, las empresas dedicadas a la exportación necesitan más líneas de financiación por parte del gobierno y entidades financieras. A estos recursos, y dado que la experiencia exportadora es nueva para muchas empresas, éstas también necesitan asesoramiento continuo sobre la seguridad jurídica en los países a los que vender sus productos o servicios, cómo es la legislación en los mismos y planes empresariales que incidan en la eficiencia en el uso de los recursos para mejorar el rendimiento empresarial.