La necesidad de contar con un seguro de hogar
El seguro de hogar es uno de los servicios más demandados y contratados por los usuarios, de ahí que existan tantas empresas dedicadas a su distribución, así como comparadores para encontrar las mejores ofertas.
Contenidos
- 1 Razones por las que contratar un seguro de hogar
- 1.1 Obligación legal para inquilinos y salvaguarda de la fianza
- 1.2 Defensa jurídica
- 1.3 Cobertura contra posibles daños de vecinos
- 1.4 Daños a terceros: responsabilidad civil
- 1.5 Cobertura contra los daños atmosféricos
- 1.6 Asistencia urgente complementaria
- 1.7 Protección de familiares y mascotas
- 1.8 Comparte esto:
- 1.9 Relacionado
- 1.10 Opiniones
Razones por las que contratar un seguro de hogar
Más allá de la oferta comercial en torno al seguro, en este artículo nos queremos centrar en las razones por las que contratar un seguro, que van más allá de cubrir el contenido y continente de un hogar, llegando a alcanzar la defensa jurídica y otros aspectos que pasamos a revisar.
Obligación legal para inquilinos y salvaguarda de la fianza
Aunque un alto porcentaje de usuarios que alquilan un piso no lo contratan, o el propio arrendador se hace cargo, por ley y en España, todos los inquilinos están obligados a contratar un seguro. Éste tiene que cubrir como mínimo el contenido y continente estipulado en función de los elementos a asegurar.
Para los inquilinos, aunque puede parecer algo accesorio, este seguro -que puede bajar de los 70€ anuales- permite cubrir daños y asegurar la devolución de la fianza una vez se abandona el piso.
Defensa jurídica
Tanto si se es arrendador como arrendatario, los seguros de hogar pueden incluir cobertura jurídica si la relación entre el inquilino y el dueño del piso deriva en un pleito. Además, esa cobertura también existe si se produce un robo en la vivienda y, además de cubrir la reparación de puertas y ventanas, se indemniza por objetos robados.
Cobertura contra posibles daños de vecinos
Las goteras suelen ser la principal razón por la que un usuario llama al seguro. Este tipo de problema suele provocarlo el vecino del piso superior o, en otros casos, las bajantes de los edificios. Tanto si el problema lo produce uno u otro, sólo con un seguro se está cubierto para poder reparar los daños.
Daños a terceros: responsabilidad civil
Igual que un seguro de hogar protege a un usuario de los daños provocados por un vecino, también ocurre a la inversa. Es lo que se denomina Responsabilidad Civil por daños a terceros. No contar con un seguro de hogar que cubra ese aspecto, si ocurre algo, puede derivar en un importante gasto de dinero e incluso enfrentarse a procesos penales.
Cobertura contra los daños atmosféricos
Es una cobertura que sube la cuota anual de un seguro, pero en ciertas zonas de España o cualquier otro país, a la larga, merece la pena contratarla porque los daños pueden ser catastróficos. Recordemos sino el último episodio de Gota Fría en España que ha provocado tantos daños en la zona sureste del país.
Asistencia urgente complementaria
En caso de accidente, los ciudadanos siempre tienen a su disposición el servicio de urgencias provisto por el estado. Además, y mucha gente este aspecto lo desconoce, contratar un seguro también permite contar con un servicio de asistencia privado que ofrece la compañía aseguradora.
¿Cuál es la ventaja? Que ese servicio privado está especializado en los problemas que suelen tener los usuarios en el hogar y no está tan saturado como los servicios públicos en zonas determinadas o momentos del año concretos.
Protección de familiares y mascotas
Otra razón por la que contratar un seguro es obtener cobertura para todos los miembros del hogar, incluso las mascotas. El mundo de los seguros ha evolucionado en este sentido y permite que el seguro de un solo titular se amplíe a más miembros por una cantidad de dinero muy asequible.
Esa ampliación incluye cobertura en responsabilidad civil si, por ejemplo, un animal daña a otro animal o a un ser humano. Un caso típico donde contratar este tipo de seguro es la utilización de un perro para vigilar o custodiar una propiedad. Aunque el acceso desautorizado de un tercero exime al propietario de parte de la responsabilidad, si el perro ataca al intruso, el seguro también protege jurídicamente.
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Es una creencia muy popular: casi nunca ocurre nada en el hogar. Y es cierto, la mayoría de los usuarios no suelen recurrir al seguro más de dos o tres veces al año. Sin embargo, cuando el daño se produce, el coste que supone si no se posee seguro multiplica por varias veces el precio a pagar por la cuota anual.