Entrevista con Antonio Guerrero, promotor de Filosofía en la calle

Ya hemos publicado una pequeña reseña sobre la naturaleza y objetivos del proyecto Filosofía en la calle, promovido por el filósofo Antonio Guerrero quien, en esta ocasión, tiene a bien atendernos en una pequeña conversación sobre un tema tan poco tratado en nuestro día a día como es la filosofía.
Ya que, entendemos, Filosofía en la calle busca aquello que los clásicos definieron como “saber práctico” (o darle utilidad al conocimiento), nosotros vamos a seguir esa línea en nuestra entrevista buscando respuestas a los aspectos más pragmáticos de esta propuesta humanística a caballo entre lo académico y la acción social.
Comenzamos.
Restaurar la filosofía práctica, consistente en unir razón y acción.
Entrevista
- Homohominisacrares.net. Aunque el nombre del proyecto y la reseña que publicamos hace unas semanas da pistas de por dónde transita este proyecto, Antonio, resúmanos en unas frases el porqué de Filosofía a la calle y sus objetivos principales.
- Antonio Guerrero: El proyecto persigue devolver la filosofía a la calle y con ello restaurar la filosofía práctica, consistente en unir razón y acción. Estamos en un momento actual de crisis de la filosofía, en tanto y en cuanto esta disciplina no es capaz de producir librepensadores ni de generar pensamiento autónomo. Por ello es de vital importancia dotar a esta disciplina de funcionalismo. Para ello hay que salir de muchos idealismos, estereotipos de la cultura consumista alojada en las zonas de confort, y retomar el hilo del pragmatismo. La calle es el mejor escenario para este propósito. Es justo dejar claro que mi propuesta de filosofía práctica no es consultoría filosófica (terapia) ni es filosofía instrumental (alojada en el Coach, etc). Todo lo contrario, es filosofía basada en la acción intervencionista en el contexto: esta filosofía pretende modificar el entorno desde la acción práctica, y eso es una pretensión ética. Desde ese presupuesto también pretende reformular el concepto de filosofía práctica, tan tergiversado hoy en día. El método del proyecto es claro: la filosofía práctica intervencionista.
- Homohominisacrares.net. En varias entrevistas que ha atendido en televisión, usted ha dicho que este proyecto pretende devolver la filosofía a su sitio: a la plaza pública. En su opinión, ¿cuándo, en la historia de la filosofía, ésta dejó el ágora para recluirse en las aulas y las academias, y cuáles fueron las razones?

Antonio Guerrero: El origen de la filosofía era un saber práctico, que se puso de moda precisamente por su utilidad política. De repente, los líderes atenienses descubrieron que lo que decían aquellos tipos raros servía de mucho. Entonces, la filosofía, y las costumbres de los filósofos, se pusieron de moda hasta gozar de utilidad. En la modernidad podemos encontrar muchos casos de esto mismo. Los filósofos tenían dos disciplinas: la filosofía de base y otra de corte físico, químico, pneumático, etc, convirtiendo a la segunda disciplina en un laboratorio de la filosofía y relegando a la primera a la donación de sentido la disciplina de corte científico. No obstante, el curso de la historia ha convertido a la filosofía en saber teórico, academicista, circunscrito a una actividad contemplativa y autoindulgente. Eso pasó a partir del modelo universitario del siglo XVIII. Tiempo después, en el XIX y XX, los totalitarismos tuvieron mucho que ver con la crisis de la filosofía: los dogmas políticos vaciaron de sentido a ciertos sistemas filosóficos. Por otro lado, nuestro modelo actual de cultura consumista ha convertido a esta disciplina en otro objeto más de consumo con un valor determinado de venta al público. La posmodernidad es el escenario donde esto se está produciendo. Ya sabemos que la posmodernidad en sí es una repetición de las formulas de modernidad, y esto es, en cierta medida, debido a la crisis de la filosofía. No somos capaces de ir hacia otra cosa que no esté versionada de la modernidad. En el caso de España, está claro nuestro momento de crisis de identidad filosófica: cuando se creó el concepto de filosofía española, en el XIX, todos los filósofos eran políticos, colaboradores de los medios, y profesores. La acción práctica estaba totalmente en vigor. Pero hoy en día esto no sucede en la filosofía española. No se dan muchos casos de nuestra propia identidad por lo que no cabe otro argumento que el de crisis.

Antonio Guerrero: Sin duda la ética. Nuestro país, ahora carece de éticos respetables. Desde Séneca hasta Aranguren se forjó una tradición ahora traicionada por los mismos filósofos actuales. Por ello, la ética, de todas las asignaturas o disciplinas de la filosofía, es la más necesaria. En el proyecto Filosofía en la calle existen tres grandes destinos de acción: la estética, la ética y la política. Ahora mismo hemos explorado la estética y pronto, en otras fases del proyecto, nos encomendaremos a las otras dos vertientes. Las dos finales son las más esenciales del proyecto, aunque obviamente desde presupuestos metapolíticos y apartidistas. El fin sigue siendo la constitución de la filosofía como herramienta ética para crear autopensamiento y para rescatar en la ética las ideas de responsabilidad y de reciprocidad, tan ausentes en nuestro código de valores y en el ordenamiento jurídico.

Antonio Guerrero: Efectivamente, hablar de filosofía muchas veces es construir castillos en el aire. Por ejemplo, hace poco, efectuando un escueto ensayo para el máster, tuve que establecer un análisis sobre la fenomenología. Mi argumento fue sobre la antifenomenología; establecí que un sistema fenomenológico sin garantías de una realidad objetiva es lo mismo que un solipsismo. Bajo esa hipótesis de trabajo, podríamos hacer muchas reflexiones aunque lo importante de semejante cuestión es que no hay garantías de la realidad objetiva como vía de acceso a alguna certeza más que al concepto de necesidad aristotélica. Si lo observamos de manera aérea, hasta podemos ver un problema hermenéutico en la fenomenología en la base de la posmodernidad, en las grietas de la teoría del conocimiento, y otros castillos en el aire. La cuestión es que, salvando el mundo académico, esto no le sirve de nada a un demandante de empleo en las colas del INEM o a un enfermo en las colas de su consultorio médico. Si el objetivo de la filosofía es enseñar a pensar por uno mismo, está claro que el academicismo exclusivo no es la paideia adecuada. La calle, y su lenguaje, es el vehículo y el vínculo a perseguir por la filosofía y al mismo tiempo es su destino. De ahí, no solo por la función social de la misma, se puede tejer una conexión entre filosofía y realidad (rota actualmente) y reconstruir sucintamente una nueva teoría del conocimiento más próxima a la neurociencia que al existencialismo y a la fenomenología, con argumentos holísticos. El objetivo no solo es la calle para recuperar a función filosófica de generar pensamiento autónomo sino para reconstruir las bases de la filosofía.
Este proyecto busca volver al pueblo desde esa humildad y pretende oírlo y ayudarlo, no solo reflexionar sobre si la filosofía ha muerto bajo la idea de que la realidad se agota en el lenguaje.
- Homohominisacrares.net. En algunos textos explicativos de su proyecto, usted habla de humanismo. ¿Cómo entiende el proyecto Filosofía en la calle el concepto de humanismo? Y, ¿en qué corriente filosófica o qué referentes filosóficos podrían ubicarse usted y su proyecto?

Antonio Guerrero: El proyecto en sí es un humanismo, parafraseando a Sartre en El Ser y la Nada, si pretendemos mejorar al ser humano, dotarlo de valores, de la capacidad de pensar con argumentos filosóficos y todo lo perseguido en un fin ético y social, no cabe duda de que Filosofía en la calle es un proyecto humanista. Podría hablarle de muchas influencias ¿hay algún filósofo que no las tenga? Sartre, Heidegger son muy importantes, como Wittgenstein, pero virando a los clásicos, Sócrates y Diógenes lo son más. El espíritu de la humildad intelectual de estos últimos es empoderador. Este proyecto busca volver al pueblo desde esa humildad y pretende oírlo y ayudarlo, no solo reflexionar sobre si la filosofía ha muerto bajo la idea de que la realidad se agota en el lenguaje.

- Antonio Guerrero: En la universidad de Murcia se producirá el cuarto ciclo del proyecto. Se mantendrán los vínculos con las disciplinas artísticas (la estética es uno de los destinos) pero se dará el salto a la calle a través de acciones en vía pública: ya sean acciones simbólicas, ya sean ponencias al aire libre, ya sea la inauguración de cafés filosóficos, ya sean reivindicaciones de carácter social, etc. Antes de irnos a Murcia vamos a tener, en Almería, una acción simbólica en la calle basada en la idea de uno de los ponentes sobre la relación entre sujeto y subjetividad. Con la acción, pretendemos obligar a los viandantes a verse a sí mismos tal como son y provocarles una reflexión instantánea, emancipándolos de sus autoimágenes. Ya le contaré a esta revista su diseño y puesta en práctica si así lo desean.
- Homohominisacrares.net. Por supuesto. Seguiremos con gran interés su proyecto. Finalizamos. Para los interesados en Filosofía en la calle, ¿dónde se puede conseguir más información sobre el proyecto? Y ¿dónde hemos de suscribirnos o qué medio seguir para estar al día?
- Antonio Guerrero: Ahora mismo estamos confeccionando un blog (construyéndose), pero también tenemos una página en Facebook. No obstante, si lo desea alguien, puede ponerse en contacto a través de mi mail y así solicitar información detallada.
- https://filosofialacalle.wixsite.com/fcalle
- https://www.facebook.com/groups/1847266615487995/
- [email protected]
- Homohominisacrares.net. Muchas gracias por atender a esta entrevista.
- Antonio Guerrero: Gracias a vosotros, desde luego. Ha sido un placer y espero seguir narrando la evolución del proyecto en este medio.